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28 de febrero de 2011

Alertando de la propia representación

Tremendo texto que nos manda Pedro J. sobre la película de animación Rango, publicado en la web scifiworld. No pienso cortar nada para que sufráis como lo he hecho yo:

UN POSICIONAMIENTO ÉTICO. A PROPÓSITO DE RANGO.

RANGO INCORDIA DESDE EL PRINCIPIO Y LO HACE DE UNA MANERA EJEMPLAR

Despertando el interés del vulgo, desplazando el aburrimiento acumulativo de los diferentes gags sincopados del comienzo del film hacia el entretenimiento puro, desubicando el punto de vista del narratario. Es una aproximación, no ya sólo al personaje principal, el héroe, sino a su mundo, presentándolo de una manera proscrita, rozando el desconcierto (sobre todo cuando aparece el armadillo chamánico), donde el espectador extrañado ante los singulares acontecimientos, no sabiendo a qué atenerse, en dónde agarrarse, es consciente, únicamente, del viaje que está a punto de realizar a esa tierra de nadie, símil perfecto de ese poblado llamado Dirt, a donde nos conducirá nuestro protagonista. Este desamparo narrativo esta construido bajo una perspectiva moderna, tremendamente clásica en su proceso creativo. Veámoslo.
De igual manera que la expedición punitiva de los habitantes del municipio, junto con Rango, se va abriendo paso subterráneamente, caminando por sus oscuras y terrosas galerías, intentando averiguar donde se esconde el agua robada del pueblo, la narración se va minando sobre una serie de detonaciones controladas con el único objetivo de alertar sobre su propia representación. Estos estallidos creativos se convierten en elementos/herramientas narrativas que percuten en el objetivo final de toda invención deconstruyéndola, mostrando sus entrañas, desvelando su tramoya ficticia. Uno de ellos es extradiegético a la narración, su duración. El tiempo de la historia de Rango no es el común a uno standard en la animación, salvo aquellas producciones que nos regala de vez en cuando el lejano Oriente, haciéndonos recapacitar las imágenes contempladas, siendo consecuentes con ellas y proponiendo significados alternativos analizándolas. Un ejemplo sería el homenaje que se esconden en el film, a Sergio Leone, y otros más soterrados al Spaghetti Western, como la variopinta indumentaria de Rango, que en un momento dado se enfrenta a su conflicto, como él dice, vestido únicamente con su ropa interior de un rojo chillón que recuerda al Terence Hill de las películas de Trinidad dirigidas por Enzo Barboni a comienzos de los años setenta. Un peaje agradecido al tiempo dilatado de la acción. El otro mecanismo, esta vez diegético a la ficción y que engarza con el espectador estableciéndose un vaso comunicante con el mismo, sería el coro de mariachis-búhos que ya no sólo establece un proceso informativo, sino que una conexión musical. Estos ítems que vertebran la historia plegándola hacia una cierta modernidad, no son suficientes para revolucionarla. No podemos engañarnos, y al final lo que vemos es una producción hollywoodiense, sediciosamente atrevida en su formación, pero conservadora en su finalidad. Lo que se nos cuenta es la clásica narración donde el personaje protagónico intenta buscar su sitio en la vida, es un pez fuera del agua. Es la historia del extraño que llega a una población y la cambia por completo para el bienestar de la comunidad. Un enfoque clásico embadurnado en perspectiva moderna, porque no hay que olvidarse de que esa búsqueda del destino de Rango, viene implícita en un cuestionamiento moral individual y es ahí donde asoma la punta del iceberg creativo de Gore Verbinski, ya que toda la historia se puede resumir en una pregunta que se hace Rango, al principio ¿quién soy? Y su respuesta, el desarrollo de la película. Todo un posicionamiento ético.


Enviado por: Pedro J.

7 comentarios:

Pedro Terán dijo...

Todo un hallazgo, véase la reseña de Holocausto Caníbal por el mismo autor:

http://www.scifiworld.es/articulos.php?id_articulo=1046

"Es el mensaje cifrado de la película: la violencia para ser criticada tiene que ser vista, contemplada, creando una semiótica basada en una comunicación sostenida entre las imágenes, objeto observado, con el espectador, el observador, y una comunicación insostenible, sufrida, de régimen catártico que el narratario experimenta. Una semiótica dual del acto violento."

Anónimo dijo...

Anda, éste ha estudiado donde yo, que teníamos un profesor que nos obligaba a comprar su libro y sólo hablaba del "narratario" y otras lindezas.

Anónimo dijo...

Navaja, qué diferencia hay entre narrador y narratario? Me corroe la duda...

Anónimo dijo...

Pues es que no tengo ni idea. Ya en su día, me costó pillar los matices porque eran sutiles. Pero ahora, que han pasado 16 años o así (porque creo que esto era en 3º de carrera)... pues imagínate de lo que me acuerdo ;)

Sim dijo...

¿Se admiten palabras malsonantes en este blog?
¿Sí?
Entonces...
¿Qué mierda de los cojones es diegético?

padawan dijo...

El narratario es aquel a quien se dirige la narración, por norma general es el lector de la novela. El narrador es quien cuenta la historia.

Por poner un ejemplo, en La princesa prometida hay narrador, el abuelo, autor/escritor, William Goldman, narratario, el nieto del abuelo y lector. Es un caso muy claro en el que el narratario no es el lector si no que forma parte de la historia.


Voy a leerme el texto completo a ver si está usando bien los términos o sólo es pedantería.

Grupo NT dijo...

A ver, primera negrita: el narratario no es el espectador. Es un término que debe usarse en narratología, no en otro tipo de narraciones, como puede ser el teatro (visto)o el cine. Aquí usa mal narratario.

Dice que los personajes van a una tierra de nadie, y que ésta es un símil perfecto del poblado al que (supongo) van, Dirt. Vamos que está claro que no puede ser símil más perfecto, porque ¡¡ERA ELLA!!. Vamos, que ha desdoblado el lugar de destino y lo ha comparado consigo mismo (el lugar con el mismo lugar).

Construir y crear, en la segunda negrita, es lo mismo, y si no que lo hubiera aclarado. Por tanto no puede crearse de forma clásica y moderna a la vez.

(por cierto, si es un copia-pega del original, está mal escrito, en cuanto a la puntuación).

Según él, toda invención tiene por objetivo su deconstrucción. ¿?¿?¿?¿?

No recuerdo exactamente si el tiempo de la narración, que aquí supongo que se refiere al relato, no a la narración, es extradiegético, pero creo que no, así que creo que la caga también en eso.

No sabe diferenciar oracionalmente (o pragmáticamente, según el punto de vista) las relativas especificativas de las explicativas. El que ha escrito esto debería ir a bachillerato de nuevo.

Eso de "diegético a la ficción" que dice es una imposibilidad, primero porque "diegético a" no existe en español, y segundo porque la ficción no es diegética y puede ser lo que sea a la diégesis.

Dice "personaje protagónico", ¿tan difícil es decir: el protagonista?

En fin, a este tío no lo leo más en la vida mientras sea tan largo el artículo.

ANGELUS PHILOLOGUS EFIMERUS