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11 de marzo de 2011

Gafapastismo Cañí

Jordi Costa, ese jran intelectual de la inmundicia, mezcla a Paquirrín y Chaplin en su crítica a Torrente4.

Repitan el siguiente párrafo en la próxima tertulia dominical y ahórrense la vergüenza de tener que admitir que fueron a ver el flim de Segura “porque sale la Esteban”.

A veces, estos parentescos casuales son de lo más esclarecedor. McBride, Hill y Segura juegan en la misma liga: la renovación del modelo de comedia de multisalas pos-Saturday night live de la mano del humor políticamente incorrecto, sustentada en esa tradición del cómico como materia oscura que podía haber inaugurado el Chaplin de la etapa Keystone, pero que acabó teniendo en W. C. Fields a su gran icono. En Torrente 4, Segura parece un Oliver Hardy del Lado Oscuro retratado en agresiva y supurante alta definición.

Y en la foto un bigote de mucho renombre.

http://www.elpais.com/articulo/cine/Espiritu/nacional/lamparones/elpepuculcin/20110311elpepicin_8/Tes

Enviado por: Asier Albistur

2 comentarios:

Unknown dijo...

Te me has adelantado: he descubierto esta crítica hoy, y te la he mandado al Facebook

A mí todo esto me parece ya un poco excesivo. Vale que no hace falta que las críticas sean del tipo Boyero, pero...

A mí me da que todo viene un poco de que Costa se codea con la crítica musical, que en esto del análisis referencial/críptico fueron los pioneros.

De hecho, yo no comprendía nada cuando leía estas críticas musicales. Vale que quieras reafirmar tu opinión con referencias y tu conocimiento, pero hombre; al final, todo se queda para el especialista, especialista, especialista.

No mueven a que la gente quiera saber más.

Yo me he encontrado esto también en las críticas de los afines a la generación Nocilla, y periféricos. Y también, y ya eso me jode más porque es algo que me interesa, en los defensores un poco exagerados del relato.

Así, no sé si consiguen justo lo contrario de lo que predican. Si la cosa va de reivindicar el arte popular, pero haces que la peña se acerque a la película, el libro o el disco con una especie de acojone intelectual, como si fuera algo a reverenciar, porque "yo no lo entiendo pero dicen que es..." pues me parece que van por el camino equivocado.

Y mira, un crítico que también defiende el cine popular, que se ve que sabe, pero que es mucho más modesto es Hilario J. Rodríguez. Y lo mejor de todo: ¡se le entiende!

Misionaria Protectiva dijo...

Yo estoy hasta los cojones de leer pajas mentales que son pura farfolla.

Anécdota: Hace más de treinta años, un amigo iba por la patilla a exposiciones de arte contemporáneo a cenar y emborracharse gratis. Su habilidad pasmosa para inventarse palabras que parecían categorías metafísicas lo convertían en alguien SOLO equiparable a Antonio Ozores. Ponía cara circunspecta y comentaba con voz grave y modulada, por ejemplo "los estolicentes se conjugan magistralmente en esta alegoría del espamamiento constringente".

Firmó hasta autógrafos entre los gafapastas de entonces, convencidos de su preclaro saber gafastil.

Pero no le pagaban, leche. Y estos jetas se forran el riñón.

Escupo.