(...) Machete
más que un rutinario ejercicio de estilo basura y quienes se sentirán apelados por, aunque les cueste creerlo, su mayúscula dimensión poética. No duda ni un segundo este crítico en alinearse dentro de este último grupo, porque Machete
, en efecto, esgrime con total conocimiento de causa la misma poesía abisal que una portada de prensa sensacionalista mexicana o que las viñetas de los procaces tebeos charros de la editorial Ejea, perlas negras de títulos tan sugerentes como Tierra brava, ¡Así soy...! ¿y qué? o Sensacional de luchas. Machete no es una impostura: es un trabajo tan puro y tan sincero, tan movido por el amor incondicional hacia las zonas umbrías de la cultura popular como la última novela de Hernán Migoya, Quítame tus sucias manos de encima
. Por eso, está condenada a soliviantar a quien no formule en similares términos su pasión por lo Z.
Coda del proyecto Grindhouse (2007), Machete (que allí era un tráiler) se sublima en largo, que reivindica la funcionalidad política de la serie B en nombre de una inédita latin'xploitation. Su argumento aborda la dialéctica norte / sur, de un modo que tiene su correlato en la forma: el desliz ortográfico de serie Z (como los espaldas mojadas de la película) infecta al mainstream (la América blanca) en un recital de virtuosismo basura de alma épica, que alcanza la gloria por el camino de la bastardía.
Jordi Costa en El País: Alguien a quien mirar cuando nos falta nuestro G.Sanz.
Enviado por: Clayderman y Kike (y hasta visto en el Facebook de Supersantiego).