Nowhere boy nos remite un artículo - traducido del periódico Avui - en el que nuestro idolatrado Jordi logra el no va más, mezclar tendencias culturetas extremas (Los fractales, la "postmodernidad narrativa" de 'Perdidos' y, por supuesto, Apichatpong). El clímax es, sencillamente, sublime:
"Perdidos, de hecho, ha sido el gran folletón del nuevo milenio diseñado para familiarizar al gran público con algunas estrategias formales y narrativas que la gran literatura posmoderna ya hacía algunas décadas que exploraba:
una visión compleja del mundo que bebe de conceptos de la matemática fractal-los algoritmos iterativos como modelo estructural-, la física cuántica-bilocación, la percepción no lineal del tiempo-y el misticismo-del cristiano en el Dzogchen del budismo tibetano-.
Uncle Boonmee recueda sus vidas Pasadas es una maravilla que encuentra la conexión inevitable (o la serena armonía) entre sabiduría ancestral, humanismo y radicalidad posmoderna. Es la antítesis de una obra excluyente: es la complejidad del Universo capturada en un discurso que trata el enigma con la cordialidad con que uno recibe un pariente en una cena de familia."
Apichatpong se merecía a Jordi at his very best, y lo ha encontrado. Falacias lógicas como apelar a la física cuántica se quedan pequeñas para Mr. Costa.
Mientras, los pocos científicos que lean esta cosa aún se estarán partiendo el chorizo (un físico teórico me consta que ya lo ha hecho).
Gracias,
Nowhere boy, por esta maravilla.