
Crítica de
Tomás Díaz - El quimérico inquilino- sobre
Sólo quiero caminar, de Agustín Díaz Yanes:
"Porque era negra hasta el vahído [...] Imposible mayor poesía en menos espacio. Se abría en esa frase sucinta la puerta al abismo más reconocible..."
"y la grupa se clava despiadada [...] Y nosotros cedemos de nuevo al embate de violencia que es su vida. En mi caso me ha regresado la congoja, menos impetuosa que en la primera..."
"una espiral olorosa de crimen con acento guachupino. Me esperaba la brutalidad, y me ha caído a chorro denso, tintada de narrativa sobria..."
"La voz se multiplica en polifonía bárbara y precisa. Amplía el director los registros del desarraigo con más mujeres, trenzando el cordón intestinal que une sus destinos."
"lo importante se nos cuenta con el timón bien aferrado."
"un guión tenso y alambicado, agujerean paredes, horadan las capas de una emoción -la nuestra- ya sometida al encanto del género reelaborado."
"puro cine"
Estas dos palabras podrían estar en eso que querías hacer, Paco, sobre las frases que habría que prohibir en las críticas de cine. Continúa:
"la trama, de lleno enmarcada en patrones de negrura. Se afincará en el recuerdo su obscena fisicidad, dolerá la cicatriz de sus mordiscos. A Gloria vuelven a martirizarla con distinto artilugio, pero la angustia nos perfora otra vez el vientre. Caen de nuevo cuchillazos de desfortuna sobre ella y su familia, por mucho que el fantasma de su suegra vele en pos de su reinserción. Los flecos del fracaso no pueden sortearse..."
Atención, atención, atención... no vais a dar crédito a esto:
"los pespuntes del thriller"
¿Será G. Sanz que se ha pasdo al cine con seudónimo?
"las actrices, carne viva. Baraja segura para que el artefacto recorra sus turbulencias[...] Pero el zarpazo abdominal hace tiempo que nos removió en la butaca."
Lo más fuerte de esta crítica es que supera en pedantería a la de Costa. Eso sí, Jordi con sus referencias exclusivistas gana a cualquiera por mucho que en pretenciosidad lingüística le haya vapuleado el anterior. Aquí un parrafito de la de
Jordi Costa:
"el resultado final –casi una ensoñación en clave noir sobre la guerra de sexos- parece acercarse, quizás sin pretenderlo, a los códigos del subgénero japonés de la “pinky violence”: esas películas de quinquesas con ánimo de venganza y mirada castradora que inmortalizaron el perfil de la incomparable Meiko Kaji, actriz que encuentra insólita descendencia en el personaje interpretado aquí por Ariadna Gil".
Debe de ser que esta película inspira porque hay más culturetadas por ahí, aunque no tan grandes.
Diego Salgado nos dice:
"última y monumental novela de Marías gira en torno al silencio como reserva moral frente a la tentación de contar"
"El crítico arriba firmante ha reseñado"
A pesar de este par de cositas, la crítica de Salgado era bastante más inteligente que la del anterior porque aquel, además de ser cultureta, no había detectado ninguno de los fallos del film.
Publicado por La navaja en el ojo.