
20 de mayo de 2012
Encriptadas de vals

9 de mayo de 2012
El I-Wine

6 de marzo de 2012
J.P.Bango, ese titán, nos trae fúmbol, frases interminables y paréntesis

Veo que ya ha salido por aquí antes pero no se le ha prestado la debida atención: estamos ante un titán que a veces llega a niveles gesánzicos o jordicostianos.
Su tema es el Cine, siempre con esa mayúscula ahí, aunque eso no impide que muestre otras inquietudes... como en el arranque de un post titulado 'Los buenos y los malos' en el que habla de fúmbol:
Es una lucha implacable y no tiene visos de terminar, tampoco este año. Real Madrid y F.C. Barcelona han terminado por asentarse como los dos equipos de fútbol más poderosos de Europa; lo han sido en cuanto a presupuesto y lo han sido en cuanto a potencial y aspiraciones; desde hace poco más de un año también lo son en cuanto a rendimiento, fundamentalmente debido al carácter, insaciable, de sus entrenadores respectivos. Uno representa la dinámica, la épica, la constancia, la determinación; el otro representa la solidaridad, la lírica, la avidez, el compromiso; uno y otro se retroalimentan, se desafían, se mejoran. Aún subsumidos en el epicentro de un torbellino, imparable, en el que sólo uno de los dos puede resultar victorioso, ambos equipos (y entrenadores) encuentran en el oponente un espejo deformante, un rival a su altura, y se esfuerzan en dar todo lo que tienen, o dan de sí, para superarlo. Alimentando su condición duopolista, hallan estímulos suficientes para seguir adelante, para ser mejores. El ganador lo hace para perpetuarse en la victoria; el perdedor lo hace para revertir el estado de las cosas. Y no sólo ponen (mucho) dinero, (negociadas) recalificaciones, (exquisito) talento, (irreverente) pasión y (lógico) trabajo en el intento; también ponen (denodado) empeño. Así las cosas, cada año resultan obsesivamente más competitivos, cada año aspiran a más (y más quieren): no es mal ejemplo para un mundo, el del fútbol, particularmente habitado por veinteañeros y treintañeros a los que les sobra todo, especialmente despreocupación y dinero.
Las negritas son mías. Aunque cueste creerlo, no es lo más recargado y florido que ha escrito. Tiene párrafos como el siguiente. Una frase, 9 líneas, 7 paréntesis:
Es Dharma Guns una película que se define a partir de una apostura visual desbordante (composiones de plano, uso de la cámara, fotografía expresionista...), convenientemente aliñada con no pocos y (muy) afortunados insertos musicales y sonoros (sin lugar a dudas, lo mejor de la película), continuamente lastrados por un argumento tan intensamente irrelevante (el mundo del celuloide está repleto de películas con argumentos inanes pero profusamente adictivas y geniales) como sesudamente pretencioso y, no por casualidad, preñado de constantes alusiones a la muerte (y/o a la reencarnación), ya sean de origen budistas, lovecraftianas o, incluso, mitológicas (con el PERI EM HERU egipcio como indudable referente); todo ello a pesar de su apariencia tech-noir-revolucionaria (de perfil bajo, aún existencial).
Me declaro fan de este señor y le doy las gracias a él, a gesanz y a jordicosta por todo. En serio, me asombran y alegran el día a partes iguales.
Enviado por: V the Wanderer
5 de marzo de 2012
No nos merecemos las estrellas

The War On Drugs
Slave Ambient
Estilo: Folk Rock Es esta una guerra contra los estupefacientes muy distinta de la instaurada por Nixon para clausurar los libérrimos 60. Más bien una pugna para, amontonando texturas atmosféricas y diferentes esbozos de una misma idea, llegar instintivamente a temas que, congelándose en el momento, refulgan (sic) como cascadas de estrellas sobre un mundo que no las merece. Adam Granduciel, alma del grupo de Filadelfia, busca la esencia de un sonido que se quiere urbano, y al tiempo celestial, atisbando el reverso de la música tradicional americana. El primer tema, Best Night, parece la etérea variación sobre una ignota balada de Springsteen. Brothers, suena a Tom Petty en algún ralentizado universo paralelo. Pero hay pasajes que podrían ser Spiritualized o Popol Vuh; letras y músicas que van contagiándose hasta adueñarse de tus horas. Capas y capas de guitarras tintineantes, ritmos soterradamente vivos, la voz nada forzada, se conjuran en alivio para quien sospeche de los desastrados cantautores actuales pero tenga ya aburridos a los clásicos.
Ignacio Julia.
Enviado por: Milgrom
2 de marzo de 2012
El membrete del colegio
Permanent vacation
29 de febrero de 2012
La Margen Izquierda de los ochenta
La verdad es que la mayor parte de los artículos de JotDown podrían elegirse, pero hay detalles muy a resaltar.
http://www.jotdown.es/2012/02/gonzalo-vazquez-el-imbecil-digital/
El artículo, bueno, pero la fotico con foto en blanco y negro del intelectual filósofo contemplando la Gran Manzana con la siguiente leyenda no tiene precio:
"Para Gonzalo Vázquez (Barakaldo, 1973) el Bronx no es peor que la Margen Izquierda de los ochenta. Ni siquiera más negro. Tan sólo más fiel a su pasado. Y por esa misma infidelidad quiere aquí escapar al baloncesto, motivo por el que su nombre, su periodismo, es cosa de culto, dicen, en la red de redes. "
Eso sin contar con bellezas del estilo "Margen Izquierda de los ochenta". Ya sabemos que hay mapamundis de Bilbao, pero además de ser confusa la frase, puede que haya algún hispanohablante no español u otro despistado que no lo entienda. Parece como si los años ochenta tuviesen una enigmática margen izquierda. Lo del baloncesto no me he coscao. Lo del culto, esperemos al menos que sea satánico.
Enviado por: Supersantiego
16 de febrero de 2012
Las cosas de la era hipermoen-na

6 de febrero de 2012
Tormento Post-adolescente, con olor a sangre y gloria

Y lo hace. Fresy Cool es una maravilla por donde lo mires. Un yogurt griego, un pisotón de Pepe, un beso deArnaldo André, una canción de Bonnie ‘Prince’ Billy, un vómito de Burroughs. Random House Mondadori está de parabienes por confirmar la evidencia: el hype temeroso que se fue fraguando a fuego lento desde que el blogger-escritor-metacrítico irrumpiera en la escena de nuevos talentos de la lírica española con el mentado Exhumación o sus primeros textos para medios, periódicos y revistas de la talla de El País, Público, Quimera o donde aquí estáis leyendo esta reseña (Notodo) es hoy pura realidad, crudeza, verdad y paliza. La partición no es sencilla. Fresy Cool simula ser una suerte de fábula narrativa en dos episodios, pero no.
El primero de ellos, pura labia del labrador literario que ha sufrido la incontinencia verbal y que encuentra en su primera oportunidad publicable una válvula de escape para vomitar a diestro y siniestro una lírica que lo conecta tanto con la reinvención del punk sociopático de Chuck Palahniuk como con la descontextualización casi proto-contracultural del Aullido de Allen Ginsberg, es una atmosférica descripción de lo que es o debería ser una especie de protagonista; de lo que es o debería ser el entorno a desgranar; o de lo que es o debería (o le gustaría que fuese) una suerte de historia existente detrás del misticismo críptico que intenta ocultar de soslayo aquel mausoleo de tinta periódica. El segundo de ellos, dividido en hasta siete sub-capítulos, continúa la línea ascendente continuando por caminos surrealistas pero procurando mantener cierta inercia creativa que nos entrega a un protagonista, Pleonasmo Chief (¿o deberíamos decir Antonio J. Rodríguez?), junto a su fiel escudera y compañera de estaciones, Lola Font (¿o deberíamos decir Luna Miguel?), viviendo una vida de excesos esnobistas, fiestas literarias, crisis creativas, odios sinceros, amares perecederos, sexo, drogas y libros de realismo sucio dispuestos a desmembrar al menos nocivo de los escritores. Una suerte de autocrítica a su propia biografía reciente: un filón para evadir el tormento del post-adolescente que se hizo mayor a trompicones y muy de golpe, y una perfecta manera de comenzar una carrera narrativa: auto-flagelándose. Huele a sangre y gloria lo de este jovencito.
23 de enero de 2012
¿Así que ésto era la cinefilia?
Asfalto no pide una crítica de cine, sino un acto de amor. No pide ser comentada a la salida del cine en un café, sino que nos la follemos en casa, a solas, en nuestra sala de proyección privada: en nuestros sueños.
¡Jrande! Desde entonces cito a menudo la frase a modo de alerta cultureta y reflexiono sobre el acto de follarse una película (yo creía que "cinefilia" era otra cosa).
Juraría que el crítico era nuestro bienamado Jay Costa, pero en la web de la revista (donde he recuperado la crítica) no viene firmada. Destaco también el cierre:
Lo mejor: el trío protagonista. Lo peor: que hay menos sexo del que debería.
Moraleja: antes de criticar es bueno meterla en caliente, para no confundir términos.
Enviado por: V the Wanderer
http://www.lainercia.com/
5 de enero de 2012
Un G.Sanz que tenía guardado en mi cartera
