
27 de marzo de 2009
Un G.Sanz especialmente acojonante

17 de marzo de 2009
Gran Porcino
Cuento moral (que no moralista) sobre la redención, el sacrificio y la posibilidad de construirse un memorable mutis por el foro tras una vida en el claroscuro, Gran Torino combina la hondura y subrayados fastidiosos, discutibles opciones de estilo y poderosos momentos en los que se revela el alma rota del arquetipo.
10 de marzo de 2009
CríPtico de cine
Tan lejos y tan cerca de su antaño colaborador Alejandro González Iñárritu,
Guillermo Arriaga debuta en la dirección con un alambicado auto sacramental sito en esa tierra de nadie (o de todos, de todas nuestras culpas) fronteriza que
ocupa su imaginario. Imaginario de profundas reminiscencias religiosas, de
personajes que se mueven, entre tiempos y momentos intercambiables, arrastrados
por remordimientos y redenciones. Pecadores, amantes adúlteros, amores
escondidos y más coyotes que perros...
Citas que van desde Wim Wenders ("Tan lejos y tan cerca") hasta Chiquito de la Calzada ("Pecadores"), constantes referencias religiosas... esta crítica lo tiene todo. Todo menos la posibilidad de sacar una conclusión sobre cómo puede ser la película, claro. Porque a algunos "críticos" de cine deberíamos llamarlos "crípticos" de cine. ¿Con lo de "auto sacramental" querrá decir que ya se sabe cómo va a acabar? A quien le divierta jugar a las adivinanzas, que siga dando interpretaciones.Un universo de azares milimétricamente desordenados que va más allá de lo social-metafísico habitual en los films de Iñárritu (21 gramos, Babel). Arriaga
no extiende su carnaval de cotidianas miserias hacia una cosmogonía del
sufrimiento: sus historias encadenadas son un viaje introspectivo,
martirológico, al interior de una herida, hacia un alma tan física y somática
como las cicatrices, las enfermedades que lucen sus desnudas actrices. Algo así
como el David Cronenberg de la descomposición familiar, sentimental y emocional,
el realizador sabe plasmar en imágenes (esos primeros planos, esa presencia del
fuego) su obsesivo pesimismo (muy para todos los públicos: ese sería un pequeño
reparo) en una opera prima tan bella como la ceniza de sus ardientes ángeles caídos.