El mundo del fútbol era, hasta no hace muchos años, hermético al fenómeno cultureta. Jrandes como David Vidal, Javi Clemente o Luis Aragonés triunfaban a base de llamar al pan, pan, al vino, vino y a lo que se caga, mierda. Sin embargo, la llegada de la metrosexualidad ha abierto la puerta para que se hayan colado filósofos como Valdano. De todos estos, el más heavy es Juan Manuel Lillo. Y si no, lean su artículo dedicado al clásico Barça-Madrid:
No se puede disociar del contexto ningún espacio. Todos los aconteceres de ámbito espacial y temporal del partido tienen que ver con el todo. Que hablemos del medio campo no nos debe quitar perspectiva global, aunque el fútbol está muy lleno de frases hechas que disocian constantemente. Hay un precepto muy manido que es el de decir que los equipos empiezan de atrás para delante. Es totalmente acontextual. Ni empiezan de atrás hacia delante, ni de delante atrás: todo es una consecuencia de todo y todo es una consecuencia entre sí.
http://www.lavanguardia.es/deportes/noticias/20101129/54077996473/el-arte-de-gestionar-los-espacios.html
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Ponzonha.es
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8 comentarios:
¿El futbol hermetico al mundo cultureta? ¿Y Valdano, que? Años soltando culturetadas para que lo olviden así es algo muy triste.
Joer, Juan GG. Mira que la entrada es corta. Ya podías habértela leído entera.
Ups. Joder, ¿como he leido yo esto? Mil disculpas, fallo imperdonable, error garrafal. Y ahora, voy a cortarme las venas a mordiscos.
Desde que los futbolistas cambiaron las barbas estilo San José (alias Sandokán) por la gomina, este deporte ha perdido mucho.
Vamos, una perspectiva relacional y refrescantemente holística del Dasein balompédico.
No hay más que ver la sección de deportes de los informativos para comprobar cuan de florida es la forma de comentar un partido de fútbol, donde el portero se convierte en cancerbero, y el balón en esférico, por solo decir unos ejemplos.
http://queremosunblogdelillo.blogspot.com
Para los interesados en ampliar información
"acontextual" me suena a escupitajo del que se te queda la babilla colgando.
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